domingo, 8 de noviembre de 2015

Historia del mundo. Episodio 7: ‘La Era Industrial’

IGM: crónica del afán imperialista y de desarrollo interrumpido


El documental, producido por la BBC, nos presenta pinceladas sobre cómo recibe el mundo la revolución industrial. Nos transporta a China, Japón, Gran Bretaña, Estados Unidos, Rusia. En poco más de 50 minutos nos muestra cómo, para explicar la I Guerra Mundial, tenemos que viajar casi un siglo atrás. 

      Japón: del medievo a la industrialización en décadas

Nos situamos en el Japón de 1877, los samuráis se preparan para su última batalla. Dominan el tradicional país nipón desde siempre. No obstante, se enfrentan a un nuevo enemigo: la revolución industrial. “La revolución industrial destierra nuestro mundo rural para crear el mundo moderno”, plantea el trabajo audiovisual.
Japón estuvo durante dos siglos completamente aislado del exterior. Es por ello que los estadounidenses les obligan a aceptar un acuerdo comercial. El objetivo era abrir el mercado nipón. Gracias a este acuerdo da comienzo la industrialización del país. Pero esta nueva pauta de desarrollo es incompatible con lo anterior: los samuráis pierden sus privilegios. En 1905 Japón había avanzado muchísimo en su carrera hacia la industrialización. 

      China: del proteccionismo a la Guerra del Opio

También en el documental se trata el caso de China. El gigante asiático tenía sus fronteras cerradas a las importaciones. Los británicos compraban el té a los chinos y buscaron un bien con el que ganarse al mercado chino. Lo descubrieron, empezaron a comerciar con opio (un producto adictivo que engancha a numerosos nacionales y los ata ya que solo pueden adquirir a los británicos).
Las autoridades chinas prohíben entonces el comercio de opio y como represalia Gran Bretaña desplega su marina. Así es como da comienzo la guerra del opio. El trabajo documental explica que el resultado del conflicto fue favorable para el país europeo gracias a los avances a los que había llegado como consecuencia de la revolución industrial. 

      Gran Bretaña: la cuna de la revolución industrial

En Gran Bretaña se crea la máquina de vapor, que utiliza para funcionar una de las materias primas más importantes en este momento; es decir, el carbón. Otro invento de suma importancia es el ferrocarril, que se utiliza desde el primer momento para transportar la fundamental materia prima.
Las Alianzas previas. Fuente: mediateca.cl
El ferrocarril, pieza clave en la industrialización, es la suma de la máquina de vapor, del desarrollo del acero y del carbón. Las ciudades se industrializan. Durante estas décadas del siglo XIX se produce un fuerte éxodo de la población hacia las urbes. Desde entonces, la industria sustituye a la fuerza típica militar como mecanismo utilizado por los estados para la defensa de sus intereses. 

      EE.UU.: se impone la industrialización por la fuerza

El protagonismo de la mujer. Fuente: agenciasinc.es
Cuando se producen los primeros pasos para el surgimiento de la revolución industrial Estados Unidos cuenta con varios millones de esclavos negros en las explotaciones agrícolas del sur. Los esclavos eran la principal fuerza de trabajo, el motor fundamental de progreso o riqueza. El norte, mucho más industrializado, empieza a ver con malos ojos el modelo de desarrollo de los estados del sur. Este es uno de los factores que explica el estallido de la guerra civil en aquel país. “Fue el fin de la esclavitud, la fuente de riqueza del sur”, asevera con dureza la voz en off que narra el documental. 

      Rusia: revolución e industrialización

Rusia sigue sumida en un pasado rural donde las personas que trabajan la tierra están sujetas al terruño. La propiedad de la tierra está muy concentrada. En 1861 el Zar decide poner fin al feudalismo y servidumbre. En este contexto, casi feudal, entra en escena Tolstoi, un intelectual ruso que contradice a Marx al defender que la revolución del proletariado no tenía por qué comenzar en un país industrial sino que podía estallar en un estado agrario. 

      África: el pastel de las materias primas

La colonización de África. Fuente: timerime.com
Durante el siglo XIX los países industrializados, en su afán por el crecimiento constante, necesitaban un mayor acceso a materias primas. Lo consiguieron; sobre todo los países europeos, a costa de África. El caso paradigmático es el de Bélgica. Su rey Leopoldo II hizo todo lo posible por quedarse con un trozo del pastel africano.
Bélgica llega a controlar una zona del Congo que era casi 90 veces más extensa que el país metropolitano. Sometió a la población autóctona a un régimen de cuasi esclavitud para explotar y comerciar el caucho. Hasta 1901 esta situación de explotación desmedida será el secreto mejor guardado. Por fin, en 1960 los nativos consiguen desprenderse del yugo colonizador belga. 

      La Gran Guerra

“La revolución industrial dejó un legado de progreso, pero también otro de hambre y destrucción”, reconoce el documental. A principios del siglo XX, la carrera de las potencias económicas industriales por hacerse con el dominio del mercado mundial, es una de las causas que explican el estallido de la I Guerra Mundial.
Combatientes de la Gran Guerra. Fuente: culturacolectiva.com. 
La revolución industrial empieza en Inglaterra, pero Alemania pronto toma ventaja y durante las primeras décadas del siglo XX el Káiser alemán va a utilizar este desarrollo con el objetivo de dominar el viejo continente. La revolución industrial había producido la munición necesaria para matar a gran escala, solo hacía falta la voluntad política (se estima que durante la Gran Guerra murieron alrededor de 9 millones de soldados).
Para evitar que EE.UU. entrara en guerra con Alemania, el país europeo instigó a México a empezar un conflicto bélico con su vecino del norte. El descubrimiento de esto hizo que EE.UU. participara en la guerra. Desde este momento podemos hablar de guerra mundial. Por otro lado, Alemania también auspicia la revolución rusa de 1917 contra el Zar. De esta forma los alemanes logran que Rusia salga de la guerra y se centre en sus asuntos internos.
Se podría decir que la I Guerra Mundial fue una disputa imperialista cuya magnitud solo fue posible gracias a los enormes avances de todo tipo surgidos como consecuencia de la revolución industrial. El documental resume en 50 minutos, con solvencia y con una excelente posproducción, los casi 90 años que transcurren entre 1830 y 1918.
      
      Enlace a YouTube: 'Primera Guerra Mundial 1914-1918: El Infierno' 

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